Casi, pero no.

Al final los 300 km no pudieron caer, ya que nos dieron las 10 de la noche en Liédena, y al no tener luces ni chalecos tuvieron que venir a buscarnos cuando llevábamos recorridos 275 km.

A las 6,40 h nos presentamos dos eguesibar en la salida; buena temperatura, buen humor y con ansia de pedalear. El tramo Artajona-Peralta-Corella  lo hicimos a buen ritmo, haciendo relevos cada dos km, por buenas carreteras y algo de tráfico según zonas. Antes de llegar a Cascante Andoni pierde la goma que sujeta el sensor del cuentakilómetros, que salta a la cuneta. Afortunadamente lo encontramos pero no somos capaces de recolocarlo. Hasta ahora el viento sur mitigaba el calor, pero el sol está en ya lo alto y empieza la canícula.

A Tarazona llegamos por la vía verde del tarazonica y paramos a remojar los pies en el Queiles. Hacemos un poco de turismo por la plaza de toros octogonal y la catedral recién restaurada. En Barillas paramos en las piscinas, donde nos bañamos y comemos. A Tudela entramos por la vía verde y percibimos el ambiente de fiestas.

Atravesando la bardena Andoni pincha la rueda trasera; no hay un mísero árbol bajo el que guarecerse y tenemos la sensación de que nos vamos a derritir; con el agua de los botellines se podría cocer un huevo. El pinchazo es debido a que tiene la cubierta destrozada, con agujeros por donde se sale la cámara. ¿qué hacer?¿dónde ir? Andoni es muy echado “palante” y opina que hay que seguir; yo pienso que es mejor volver a Tudela, pero me dejo convencer. Cambiamos la cámara pero al inflarla se rompe la válvula; ponemos otra y a los tres kilómetros vuelve a pinchar. Decidimos poner la cubierta de atrás en la rueda de adelante y viceversa; arrancamos con los dientes la válvula de una cámara pinchada y la ponemos entre la cubierta rota y la última cámara sin pinchar que nos queda. Nos encomendamos al ángel de la guarda y tiramos adelante. Las minibombas de hoy en día son una porquería ya que tardas tres años en inflar una rueda; que gozada las de antes, que enseguida inflabas y además te permitían defenderte en caso de que atacase un perro.

Llegamos a Valareña, paramos en el único bar la localidad y casualmente hay un ciclista tomándose una jarra de cerveza; nos tomamos otra, nos hidratamos y le intentamos comprar una cámara pero amablemente nos la regala. Todavía hay solidaridad entre ciclistas y se lo agradecemos invitándole a otra ronda. Partimos hacia Pinsoro, pero al estar la carretera obras nos desvían por una ruta en la que no sabemos dónde estamos. La rueda rota vuelve a pinchar y gastamos la última bala; ponemos la cámara que nos habían regalado y que sea lo que Dios quiera. Al rato llegamos a la carretera de Ejea a Sádaba y nos tranquiliza al menos el saber dónde estamos. En Sádaba compramos en una ferretería tres cámaras y una cubierta por  23,20€. Al que le interese ya le daré la dirección por si quiere comprar material ahí. Reponemos fuerzas y hacemos el tramo final Sos, Sangüesa, Liédena.    

Al final estuvimos sobre 11h30´ pedaleando a una media de 23,7 km/h y entre turismo, paradicas, averias etc otras 4h. En 15 días lo intentaremos de nuevo;  avisaremos con tiempo fecha y recorrido a ver si sale una grupeta maja. El único requisito para venir es tener buen humor y espíritu aventurero (y las cubiertas en condiciones)